Se originan de las células que dan soporte y protegen las neuronas, las células gliales. Los más comunes son astrocitoma, oligodendroglioma, glioblastoma y epandimoma. Se clasifican en cuatro grados dependiendo del comportamiento biológico; los tumores grado I y II son benignos y de lento crecimiento y los grado III y IV son malignos o cancerosos y de crecimiento rápido.

Se originan de las células que recubren el cerebro, las meninges. Lo más frecuente es que sean benignos de crecimiento lento. No provocan síntomas sino hasta que alcanzan dimensiones muy grandes y comprimen el cerebro.

Las células germinales son células que al madurar se convierten en espermatozoides y óvulos, están en los testículos y ovarios. Cuando se localizan en el cerebro, se desarrollan en la glándula pineal o glándula hipofisaria y ocasionan germinomas. Son tumores frecuentes en niños y adultos jóvenes y la mayoría son benignos.

Cuando se desarrollan a partir de la glándula hipofisaria, se llaman adenomas de hipófisis, son benignos y pueden ocasionar alteraciones hormonales y visuales.

Cuando se desarrollan alrededor de la hipófisis son tumores pituitarios, el más común es el craneofaringioma. Es un tumor frecuente en niños, benigno, pero de comportamiento agresivo.

Son tumores que se originan de las células de la glándula pineal, pueden ser benignos como el pinealoma o malignos como el pineoblastoma.

Las células de Schwann se encargan de proporcionar la vaina de mielina a los nervios. Cuando estas células gliales crecen descontroladamente, forman tumores, que se llaman schwannomas, el sitio más frecuente en donde se forman es en el nervio vestibulococlear. Son tumores benignos y se pueden presentar a cualquier edad.