Cáncer
Gastrointestinal
¿Qué nos distingue?
En TecSalud, los especialistas en cáncer gastrointestinal del Instituto de Oncología son expertos en el cuidado de pacientes con tumores que se desarrollan en esófago, estómago, hígado, páncreas, ductos biliares, intestino delgado, intestino grueso (colon y recto) y ano, así como tumores del estroma gastrointestinal (GIST) y tumores neuroendocrinos.
Nuestra prioridad es brindar a nuestros pacientes un abordaje médico multidisciplinario por medio de la colaboración entre los diversos expertos en cáncer gastrointestinal. En el Instituto de Oncología de TecSalud, logramos proporcionar esta atención coordinada a través de la implementación de un grupo de trabajo llamado “Tumor Board”.
El Tumor Board está integrado por especialistas y subespecialistas en cirugía oncológica, oncología médica gastrointestinal, radio-oncología, radiología y patología. Este grupo se reúne de forma regular para discutir colaborativamente las mejores opciones de tratamiento para cada paciente, con el objetivo de ofrecer una atención personalizada e integral.
Nuestro centro se distingue por ofrecerte:
- Un entorno de cuidado empático, amable y humanizado, con tus necesidades como la base de toda la atención médica
- Servicio médico coordinado entre nuestros diversos especialistas y personal de la salud para optimizar tu experiencia de tratamiento
- Atención por líderes reconocidos por su trayectoria médica y de investigación
- Orientación y apoyo durante todo el proceso de tratamiento
- Estricto control de calidad y seguridad en el cuidado de la salud
- Tecnología médica de última generación
Contamos con diversos programas y servicios especializados:
- Programa de detección temprana de cáncer de colon y recto
- Servicio de acompañamiento por psico-oncología
- Servicio de valoración por nutrición clínica
- Programa de atención especializada en cáncer hereditario
- Programa de oncogeriatría
- Servicios de cuidados de soporte, cuidados paliativos y clínica del dolor
El cáncer gastrointestinal abarca los distintos tipos de cáncer que se pueden desarrollar en el tracto gastrointestinal, desde el esófago hasta el ano, y en órganos cercanos como hígado, ductos biliares y páncreas.
En México, los tipos de cáncer gastrointestinal más frecuentes se originan en colon y recto, seguidos de estómago, hígado, páncreas y esófago.
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Cáncer de colon y recto (colorrectal)

Cáncer de estómago

Cáncer de hígado (hepático)

Cáncer de páncreas (pancreático)

Cáncer de esófago (esofágico)
Cáncer de colon y recto (colorrectal)
El cáncer de colon y recto o colorrectal es el tercer tipo de cáncer más común tanto en México como a nivel global.
Este tipo de cáncer usualmente inicia como un pólipo o crecimiento de las células que recubren el intestino grueso. Aunque la mayoría de los pólipos no son cancerosos, algunos se pueden convertir en cáncer con el tiempo (adenocarcinoma). Esto sucede cuando las células acumulan errores o mutaciones en su ADN y adquieren la habilidad de multiplicarse de forma descontrolada con el potencial de invadir otras partes del cuerpo. En la mayoría de los casos, no es posible identificar la causa exacta de estas mutaciones, pero suelen contribuir varios factores del estilo de vida, como la dieta, el consumo de alcohol o tabaco y el sedentarismo.
- Edad mayor a 50 años
- Sobrepeso u obesidad
- Sedentarismo
- Tabaquismo
- Consumo de alcohol
- Dieta alta en carnes rojas o embutidos y baja en verduras y frutas
- Dieta abundante en alimentos altos en sodio, ahumados, curados o pobremente preservados
- Antecedente personal o familiar de pólipos en el colon
- Ciertos síndromes hereditarios, como síndrome de Lynch, poliposis adenomatosa familiar, entre otros
- Historia familiar de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos en algún familiar de primer grado (madre o padre, hermana o hermano, hija o hijo)
- Historia familiar de cáncer gastrointestinal en múltiples familiares de segundo grado (tías o tíos, sobrinas o sobrinos, abuelas o abuelos)
- Enfermedad inflamatoria intestinal, ya sea enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa
- Exposición a radioterapia en abdomen o pelvis
Es posible reducir el riesgo de cáncer colorrectal adoptando las siguientes medidas:
- Mantener un peso adecuado
- Hacer ejercicio regularmente
- Llevar una dieta baja en grasas y sodio y abundante en verduras, frutas y granos enteros
- Limitar el consumo de carnes rojas y embutidos
- Evitar o limitar el consumo de alcohol (máximo 2 bebidas al día en hombres y 1 bebida al día en mujeres)
- Evitar el consumo de tabaco
Algunas personas pueden tener mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal debido a que tienen varios factores de riesgo, tales como: mutaciones genéticas hereditarias, algún familiar cercano diagnosticado antes de los 50 años o varios familiares diagnosticados con cáncer colorrectal. En estos casos, las recomendaciones de detección temprana y reducción de riesgo pueden variar y es importante consultarlas con un médico.
Cuando se presentan signos o síntomas, estos pueden incluir:
- Cambio en la frecuencia de las evacuaciones (diarrea o estreñimiento) por varios días
- Evacuaciones delgadas
- Sangre en las evacuaciones, ya sea roja brillante u oscura
- Sensación de necesidad de defecar que no se alivia tras hacerlo
- Hinchazón o dolor abdominal que no mejora
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Náusea o vómito
- Fatiga o debilidad constante
- Niveles bajos de hierro en sangre
En caso de que se sospeche cáncer colorrectal, es necesario realizar una serie de estudios para hacer el diagnóstico:
- Exploración física
- Prueba de sangre oculta en heces – Permite identificar sangre en las evacuaciones
- Estudios de sangre – Brindan un panorama general sobre la función del tracto gastrointestinal
- Colonoscopía – Estudio que, mediante un tubo flexible y una cámara, permite visualizar el interior del colon y recto para identificar tumores o pólipos potencialmente cancerosos
- Estudios de imagen (ultrasonido, radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT) – Ayudan a detectar anormalidades en el colon o el recto que requieran estudios adicionales y evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se obtiene una muestra de tejido anormal (usualmente durante una colonoscopía) para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer colorrectal
El tratamiento indicado se determina considerando el tipo específico de cáncer colorrectal, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos pueden incluir:
- Cirugía – Permite retirar pólipos o tumores
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Quimioterapia – Medicamentos que destruyen células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer colorrectal, o que impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y destruir a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer colorrectal
El compromiso de nuestros especialistas del Instituto de Oncología de TecSalud es ofrecerte las mejores opciones de tratamiento, diseñando un plan de cuidado personalizado a tus necesidades y prioridades individuales de forma colaborativa y multidisciplinaria.
Cáncer de estómago
El cáncer de estómago se desarrolla cuando las células de este órgano sufren alteraciones (mutaciones) en su ADN que les permiten crecer y multiplicarse sin control, formando un tumor que puede tener la capacidad de propagarse a otras partes del cuerpo. Usualmente no es posible determinar la causa exacta de estas mutaciones, ya que pueden deberse a la interacción de múltiples factores, como características personales, estilo de vida, genética, entre otros.
Casi todos los casos de este tipo de cáncer se originan en las glándulas que recubren la capa más interna del estómago, lo cual se conoce como adenocarcinoma. El adenocarcinoma se clasifica según la zona del estómago en la que se desarrolla, ya que esto influye en los posibles síntomas, las opciones de tratamiento y el pronóstico.
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago:
- Edad mayor a 60 años
- Infección por Helicobacter pylori
- Sobrepeso u obesidad
- Dieta alta en embutidos y baja en verduras y frutas
- Dieta abundante en alimentos altos en sodio, ahumados, curados o pobremente preservados
- Tabaquismo
- Consumo de alcohol
- Antecedente de pólipos en el estómago
- Anemia perniciosa
- Infección por el virus de Epstein-Barr
- Ciertos síndromes hereditarios, como el cáncer gástrico hereditario
- Historia familiar de cáncer de estómago en algún familiar de primer grado (madre o padre, hermana o hermano, hija o hijo)
Las siguientes medidas pueden contribuir a reducir el riesgo de cáncer de estómago:
- Mantener un peso adecuado
- Hacer ejercicio regularmente
- Llevar una dieta baja en grasas y sodio y abundante en verduras, frutas y granos enteros
- Limitar el consumo de embutidos
- Evitar o limitar el consumo de alcohol (máximo 2 bebidas al día en hombres y 1 bebida al día en mujeres)
- Evitar el consumo de tabaco
Algunas personas pueden tener mayor riesgo de cáncer de estómago como resultado de ciertas mutaciones genéticas hereditarias o debido a que algún familiar cercano fue diagnosticado antes de los 50 años o varios familiares fueron diagnosticados con cáncer de estómago. En estos casos, la asesoría genética es fundamental ya que brinda la posibilidad de hacer recomendaciones de detección temprana y reducción de riesgo específicas.
- Dificultad para tragar
- Sensación de saciedad tras ingerir pequeñas cantidades de comida
- Indigestión o acidez estomacal
- Hinchazón o dolor abdominal que no mejora
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Náusea o vómito
- Evacuaciones oscuras o negras
- Fatiga o debilidad constante
- Exploración física
- Endoscopía o esofagogastroduodenoscopía –
- Estudio que, mediante un tubo flexible y una cámara, permite ver el recubrimiento interior del esófago, estómago y la primera porción del intestino delgado para identificar tumores
- Estudios de imagen (tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT) – Ayudan a detectar anormalidades en el estómago que requieran estudios adicionales y evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se obtiene una muestra de tejido anormal (usualmente durante una endoscopía) para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer de estómago
Las opciones de tratamiento se definen tomando en consideración el tipo específico de cáncer de estómago, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos pueden incluir:
- Cirugía – Permite retirar el tumor
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Quimioterapia – Medicamentos que destruyen células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de estómago, o que impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y destruir a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de estómago
Nuestro equipo de especialistas del Instituto de Oncología de TecSalud está comprometido con ofrecerte un plan de tratamiento óptimo, multidisciplinario y personalizado de acuerdo con tus necesidades y prioridades.
Cáncer de hígado (hepático)
El cáncer de hígado o hepático se desarrolla cuando las células del hígado comienzan a crecer y multiplicarse de manera descontrolada, formando un tumor que puede tener la capacidad de extenderse a otras partes del cuerpo. Esto ocurre debido a la acumulación de errores o mutaciones en el ADN de las células. En la mayoría de los casos, se desconoce la causa precisa de estas mutaciones, ya que usualmente están implicados múltiples factores, como exposiciones ambientales, estilo de vida, genética, entre otros.
Alrededor del 80-90% de los casos de cáncer de hígado inician en células llamadas hepatocitos (carcinoma hepatocelular), mientras que 10-20% se originan en las células de los ductos biliares dentro del hígado (colangiocarcinoma intrahepático).
Es importante notar que cuando se encuentra cáncer en el hígado, en la mayoría de los casos consiste en metástasis, es decir, cáncer que inició en otra parte del cuerpo y se propagó al hígado. Estas metástasis no son cáncer de hígado, sino que reciben el nombre del órgano en donde se desarrolló originalmente el cáncer.
Los principales factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de hígado incluyen:
- Infección crónica por el virus de la hepatitis B o C
- Cirrosis
- Hígado graso
- Consumo excesivo de alcohol
- Tabaquismo
- Hemocromatosis hereditaria
- Sobrepeso u obesidad
- Ingesta de aflatoxinas en nueces, trigo, maíz o arroz contaminado por hongos
- Recibir la vacuna de la hepatitis B (protege contra el cáncer de hígado causado por este virus)
- Mantener un peso adecuado
- Llevar una dieta balanceada
- Hacer ejercicio regularmente
- Evitar o limitar el consumo de alcohol (máximo 2 bebidas al día en hombres y 1 bebida al día en mujeres)
- Evitar el consumo de tabaco
Actualmente no existen estudios recomendados para la detección temprana del cáncer de hígado en la población general, por lo que es fundamental acudir a valoración médica en caso de presentar algún signo o síntoma sospechoso.
En la mayoría de los casos no se experimentan síntomas en las etapas iniciales del cáncer de hígado.
Cuando sí se presentan signos o síntomas, estos pueden incluir:
- Color amarillento de piel y ojos
- Comezón persistente
- Orina café o evacuaciones grisáceas
- Sensación de saciedad tras ingerir pequeñas cantidades de comida
- Hinchazón o dolor abdominal que no mejora
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Náusea o vómito
- Fatiga o debilidad constante
Para confirmar el diagnóstico de cáncer de hígado es necesario realizar una serie de evaluaciones, que pueden incluir:
- Exploración física
- Estudios de sangre – Brindan un panorama general sobre la función del hígado
- Estudios de imagen (ultrasonido, radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética) – Ayudan a detectar anormalidades en la forma o el tamaño del hígado o a evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se obtiene una muestra de tejido anormal del hígado para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer de hígado
- Prueba de alfa-fetoproteína en sangre – Análisis realizado en ciertos pacientes con cirrosis hepática para medir la concentración de una proteína llamada alfa-fetoproteína, cuyos niveles pueden aumentar en personas con cáncer de hígado, aunque también pueden elevarse por otras condiciones como el embarazo o el cáncer de ovario o testículo
El plan de tratamiento adecuado del cáncer de hígado depende de varios factores, incluyendo la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos pueden incluir:
- Cirugía – Permite retirar tumores localizados que no se han propagado a otras partes del cuerpo
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Quimioterapia – Medicamentos que destruyen células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de hígado, o que impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y destruir a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de hígado
- Trasplante – Algunas personas pueden ser elegibles para recibir un trasplante de hígado
Nuestros especialistas del Instituto de Oncología de TecSalud se dedican a proporcionarte las mejores opciones de tratamiento con un enfoque multidisciplinario, creando un plan de cuidado personalizado que se ajuste a tus necesidades y prioridades.
Cáncer de páncreas (pancreático)
El cáncer de páncreas o pancreático puede formarse principalmente en las células de los ductos del páncreas (adenocarcinomas) o, en algunos casos, en las células que producen hormonas como la insulina (tumores neuroendocrinos).
El cáncer se desarrolla cuando ocurren errores o mutaciones en el ADN de las células del páncreas, de modo que adquieren la habilidad de multiplicarse y crecer descontroladamente, formando un tumor que podría invadir otros órganos. Usualmente no es posible determinar la causa exacta de estas mutaciones, pero pueden asociarse con ciertos factores como estilo de vida, genética, entre otros.
Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de páncreas son:
- Tabaquismo
- Sobrepeso u obesidad
- Consumo excesivo de alcohol
- Pancreatitis crónica
- Exposición laboral a químicos (carcinógenos) en tintorerías o metalurgia
- Edad mayor a 45 años
- Ciertos síndromes hereditarios, como el síndrome de cáncer hereditario de mama y ovario, pancreatitis hereditaria, entre otros
- Historia familiar de cáncer de estómago en algún familiar de primer grado (madre o padre, hermana o hermano, hija o hijo)
Es posible reducir el riesgo de cáncer de páncreas adoptando las siguientes medidas:
- Evitar el consumo de tabaco
- Mantener un peso adecuado
- Llevar una dieta balanceada
- Hacer ejercicio regularmente
- Evitar o limitar el consumo de alcohol (máximo 2 bebidas al día en hombres y 1 bebida al día en mujeres)
En personas con alto riesgo de cáncer de páncreas (debido a que se conoce que tienen alguna mutación genética que predispone a esta enfermedad) existe la opción de realizar estudios como la resonancia magnética nuclear para promover la detección temprana del cáncer. La posible recomendación de estos estudios debe ser evaluada de forma individualizada por un especialista.
Usualmente, el cáncer de páncreas no provoca síntomas cuando se encuentra en etapas iniciales. En caso de presentarse, los signos y síntomas pueden incluir:
- Color amarillento de piel y ojos
- Comezón persistente
- Orina café o evacuaciones grisáceas
- Dolor abdominal que no mejora
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Dolor, inflamación y enrojecimiento de una pierna
- Náusea o vómito
- Fatiga o debilidad constante
- Exploración física
- Estudios de sangre – Brindan un panorama general sobre la función del páncreas
- Estudios de imagen (ultrasonido, radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT) – Ayudan a detectar anormalidades en la forma o el tamaño del páncreas o a evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se obtiene una muestra de tejido anormal del páncreas para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer de páncreas
Para poder determinar el tratamiento adecuado, es necesario considerar varios factores, tales como el tipo específico de cáncer de páncreas, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos del cáncer de páncreas pueden incluir:
- Cirugía – Permite retirar el tumor
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Quimioterapia – Medicamentos que destruyen células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de páncreas, o que impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y destruir a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de páncreas
En el Instituto de Oncología de TecSalud, la prioridad de nuestros especialistas es brindarte las mejores opciones de tratamiento, desarrollando un plan de cuidado multidisciplinario que atienda tus necesidades y prioridades de forma individualizada e integral.
Cáncer de esófago (esofágico)
El cáncer de esófago o esofágico inicia en las células que recubren la capa interna del esófago (carcinoma de células escamosas) o en las glándulas del esófago (adenocarcinoma).
En la mayoría de los casos, se desconoce la causa específica de este tipo de cáncer. Sin embargo, se ha identificado que diversos factores, como el consumo de tabaco o alcohol o afecciones que ocasionan irritación crónica del esófago, pueden dañar y provocar mutaciones en el ADN de las células de este órgano. Debido a estas mutaciones, las células del esófago pueden adquirir la habilidad de multiplicarse y crecer de forma descontrolada, formando un tumor que puede tener la capacidad de invadir otras partes del cuerpo.
Los siguientes factores de riesgo pueden aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de esófago:
- Edad mayor a 55 años
- Consumo de tabaco, incluyendo en cigarrillos, pipas o tabaco para mascar
- Consumo de alcohol
- Reflujo gastroesofágico crónico
- Esófago de Barrett
- Acalasia
- Sobrepeso u obesidad
- Sedentarismo
- Consumo de bebidas muy calientes (temperaturas mayores a 65 °C)
- Ciertos síndromes hereditarios, como tilosis o síndrome de Bloom
Algunas medidas para reducir el riesgo de cáncer de esófago incluyen:
- Evitar el consumo de tabaco
- Evitar el consumo de alcohol
- Mantener un peso adecuado
- Hacer ejercicio regularmente
- Llevar una dieta abundante en frutas y verduras
Las personas con esófago de Barrett tienen un riesgo aumentado de desarrollar cáncer de esófago. En estos casos, se realizan revisiones regulares o se indican tratamientos específicos para reducir este riesgo. Dichas recomendaciones deben ser evaluadas por un especialista de forma individualizada.
Es posible que en etapas iniciales del cáncer esofágico no se experimenten síntomas. Cuando se presentan, pueden incluir:
- Dificultad para tragar
- Dolor o ardor en pecho
- Tos o ronquera crónica
- Vómito
- Evacuaciones oscuras o negras
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Fatiga o debilidad constante
En caso de que se sospeche cáncer de esófago se requiere realizar una serie de estudios para hacer el diagnóstico, los cuales pueden incluir:
- Exploración física
- Estudios de sangre – Brindan un panorama general sobre la función de varios órganos
- Endoscopía o esofagogastroduodenoscopía – Estudio que, mediante un tubo flexible y una cámara, permite ver el recubrimiento interior del esófago para identificar tumores
- Estudios de imagen (tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT) – Ayudan a detectar anormalidades en el esófago que requieran estudios adicionales y evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se obtiene una muestra de tejido anormal (usualmente durante una endoscopía) para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer de esófago
El plan de tratamiento se determina dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de cáncer de esófago, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos pueden incluir:
- Cirugía – Permite retirar el tumor
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Quimioterapia – Medicamentos que destruyen células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de esófago, o que impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos para evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y destruir a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de esófago
El equipo de especialistas en cáncer gastrointestinal del Instituto de Oncología de TecSalud está comprometido con ofrecerte un plan de tratamiento óptimo y multidisciplinario, diseñado para cubrir tus necesidades y prioridades de forma individualizada e integral.
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