Cáncer
Genitourinario
¿Qué nos distingue?
En el Instituto de Oncología de TecSalud, nuestros expertos en cáncer genitourinario colaboran de forma multidisciplinaria para proporcionar el mejor cuidado posible, actualizado y personalizado para nuestros pacientes con cáncer de riñón, vejiga, urotelio, próstata, testículo y pene.
Nos caracterizamos por tener un equipo de alta especialidad, con enfoque en tumores genitourinarios. Nuestros pacientes se benefician de la extensa experiencia y el abordaje colaborativo de médicos especializados en el diagnóstico, manejo y tratamiento de estos tipos de cáncer.
Nuestro centro es reconocido como un referente en el campo del cáncer genitourinario, destacándose por presidir un importante evento de educación médica específicamente dedicado al cáncer de próstata en México y con alcance internacional, en colaboración con médicos destacados de diferentes partes del mundo. Esta iniciativa reafirma la prioridad del Instituto de Oncología de ofrecer servicio médico especializado y en constante actualización.
Un componente fundamental de nuestro abordaje hacia los pacientes es la atención multidisciplinaria y colaborativa mediante la implementación de un “Tumor Board”. El Tumor Board consiste en un equipo integrado por nuestros especialistas en oncología médica con enfoque genitourinario, urología y uro-oncología, radio-oncología, radiología y patología. Los miembros de este grupo tienen sesiones de forma regular en las que se reúnen para analizar los casos de manera conjunta, con el objetivo de que cada uno de nuestros pacientes reciban tratamiento óptimo, personalizado e integral.
Este modelo de colaboración continua beneficia a nuestros pacientes al facilitar la comunicación entre los diversos expertos en cáncer genitourinario del centro, optimizando así el diseño del plan terapéutico.
Nuestro centro se destaca por brindarte:
- Un ambiente de cuidado confiable y empático como enfoque central de la atención en salud
- Tratamiento basado en la estrecha colaboración entre nuestros diferentes especialistas y personal de la salud para facilitar tu proceso de atención médica
- Atención por expertos reconocidos por su trayectoria médica y de investigación
- Manejo con los tratamientos más actuales para el cáncer genitourinario, como inmunoterapia, terapia dirigida, radioterapia y nuevos anticuerpos
- Orientación y acompañamiento a lo largo de tu tratamiento
- Estricto control de calidad y seguridad en nuestra práctica clínica
- Tecnología médica de alta precisión
- Protocolos de investigación clínica bajo los estándares máximos de calidad y ética
Tenemos diversos servicios y programas especializados a tu disposición:
- Programa de detección oportuna de cáncer de próstata
- Servicio de acompañamiento por psico-oncología
- Servicio de valoración por nutrición clínica
- Programa de atención especializada en cáncer hereditario
- Referencia a preservación de fertilidad en hombres con cáncer de testículo
- Programa de oncogeriatría
- Servicios de cuidados de soporte, cuidados paliativos y clínica del dolor
El cáncer genitourinario incluye los tipos de cáncer que se originan en el sistema urinario (riñones, vejiga o urotelio) o en el aparato reproductor masculino (próstata, testículos o pene).
En México, los tipos de cáncer genitourinario más comunes se desarrollan en la próstata, seguidos de riñón, vejiga y testículo.
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Tipos de Cáncer Genitourinario
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Cáncer de próstata

Cáncer de riñón

Cáncer de vejiga

Cáncer de testículo
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común en hombres en México. Alrededor de 1 de cada 8 hombres será diagnosticado con este tipo de cáncer a lo largo de su vida.
Esta enfermedad se origina en la próstata, una glándula que se sitúa por debajo de la vejiga y que rodea la uretra en los hombres y cuya función es producir un líquido que forma parte del semen. El cáncer se desarrolla cuando las células de la próstata acumulan errores en su ADN (llamados mutaciones) y comienzan a multiplicarse rápidamente. Con el tiempo, este crecimiento descontrolado forma un tumor que puede tener la capacidad de propagarse a otros órganos, principalmente a huesos. Usualmente no es posible determinar la causa exacta de las mutaciones en el ADN de las células, ya que suelen resultar de una combinación de múltiples factores, como ciertas condiciones individuales, genética, entre otros.
El cáncer de próstata se diagnostica más frecuentemente en hombres mayores de 65 años.
Los principales factores que aumentan el riesgo de cáncer de próstata son:
- Edad mayor a 50 años
- Historia familiar de cáncer de próstata en padre, hermano o hijo
- Mutaciones genéticas heredadas (las más comunes ocurren en los genes BRCA1 y BRCA2)
- Síndrome de Lynch
Las siguientes medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata:
- Mantener un peso adecuado
- Hacer ejercicio regularmente
- Llevar una dieta balanceada
El cáncer de próstata es curable cuando se diagnostica a tiempo y se recibe un tratamiento adecuado. Por este motivo, es esencial que todos los hombres de 50-59 años evalúen con su médico las ventajas y las desventajas de los estudios para la detección temprana del cáncer de próstata. En caso de tener varios factores de riesgo, estos estudios podrían considerarse desde los 40-45 años. Actualmente, existen dos métodos de detección temprana:
- Estudio de antígeno prostático específico – Análisis de sangre que mide la concentración de este antígeno que suele aumentar cuando se desarrolla cáncer de próstata, aunque también puede elevarse por otras condiciones como la prostatitis (inflamación de la próstata) o la hiperplasia prostática benigna (agrandamiento de la próstata)
- Examen rectal digital – Procedimiento en el que un médico capacitado inserta un dedo en el ano para detectar manualmente anomalías en la forma, el tamaño o la textura de la próstata
En la mayoría de las ocasiones, el cáncer de próstata no provoca síntomas y se diagnostica por medio de los estudios de detección temprana periódicos.
En caso de presentarse, los principales síntomas pueden incluir:
- Dificultad para iniciar a orinar
- Disminución en el grosor del chorro de orina
- Flujo de orina intermitente
- Aumento en la frecuencia para orinar
- Urgencia para orinar
- Dolor al orinar
- Sangre en la orina o el semen
- Dolor de huesos en espalda, pelvis o cadera
- Pérdida de peso no intencional
- Disfunción eréctil
Para hacer y complementar el diagnóstico de cáncer de próstata se requiere una serie de evaluaciones:
- Exploración física
- Examen rectal digital – Puede considerarse en algunos casos para complementar el diagnóstico
- Estudio de antígeno prostático específico – Incluso si se realizó como estudio de detección temprana, puede ser necesario repetirlo
- Ultrasonido transrectal – Mediante una pequeña sonda que se introduce en el recto, facilita la visualización de anormalidades en la próstata
- Resonancia magnética de próstata – Necesaria en algunos casos como complemento del ultrasonido para lograr una visualización más detallada de áreas anormales
- Biopsia – Procedimiento en el que se extrae una muestra del tejido de la próstata para analizarla bajo el microscopio y determinar la presencia de células cancerosas
- Estudios de extensión (gammagrafía ósea, tomografía computarizada, resonancia magnética) – Necesarios en algunos casos para evaluar la extensión del cáncer a otras partes del cuerpo
- PET-CT PSMA – Estudios de imagen de nueva generación, diseñados exclusivamente para la detección de cáncer de próstata
El plan de tratamiento debe diseñarse considerando diversos factores, incluyendo la etapa de la enfermedad, la edad del paciente y ciertas enfermedades previas.
Los tratamientos pueden incluir:
- Vigilancia activa – Algunas personas que no presentan síntomas o en quienes el tratamiento puede ocasionar efectos secundarios importantes pueden no recibir tratamiento inmediatamente y, en su lugar, monitorear el estado del cáncer mediante análisis de sangre, estudios de imagen, tactos rectales y biopsias regulares
- Cirugía (prostatectomía) – Permite retirar el tumor al extirpar la próstata y los ganglios linfáticos cercanos
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que induce la muerte de las células cancerosas
- Terapias ablativas (crioterapia o ultrasonido enfocado de alta intensidad) – Procedimientos que usan frío o calor focalizado para destruir a las células cancerosas
- Terapia anti-hormonal – Medicamentos o cirugía para extirpar los testículos con el objetivo de disminuir los niveles de testosterona o bloquear el acceso de las células cancerosas a esta hormona, evitando así el crecimiento del cáncer
- Quimioterapia – Medicamentos que promueven la muerte de las células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Medicina de precisión – Medicamentos que actúan de forma dirigida sobre ciertas mutaciones en las células cancerosas para detener su multiplicación y promover su destrucción en pacientes con ciertos tipos de cáncer de próstata
Nuestros especialistas en cáncer genitourinario del Instituto de Oncología de TecSalud están comprometidos con ofrecerte las mejores opciones de tratamiento de acuerdo con tus características, necesidades y prioridades personales.
Cáncer de riñón
El cáncer de riñón se desarrolla cuando las células de uno o ambos riñones sufren alteraciones (llamadas mutaciones) en su ADN y adquieren la capacidad de multiplicarse y crecer de manera descontrolada. Esto resulta en la formación de un tumor que podría invadir o propagarse a otros órganos. Aunque generalmente no es posible identificar la causa exacta de estas mutaciones en el ADN, se ha observado que el cáncer de riñón se relaciona con el tabaquismo ya que el tabaco contiene sustancias (carcinógenos) que dañan a las células del riñón.
En 90% de los casos el cáncer se origina en los pequeños tubos que se encuentran dentro de los riñones, este tipo de cáncer se conoce como carcinoma de células renales o carcinoma de células claras. Otros tipos de cáncer de riñón menos frecuentes incluyen el carcinoma medular renal, el tumor de Wilms y el cáncer de células de transición de pelvis renal y de uréter.
Los factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer de riñón incluyen:
- Tabaquismo
- Edad mayor a 50 años
- Sexo masculino
- Presión arterial elevada
- Sobrepeso u obesidad
- Enfermedad renal crónica o hemodiálisis
- Ciertos síndromes hereditarios, como la enfermedad de von Hippel-Lindau o el carcinoma renal papilar hereditario
- Historia familiar de cáncer de riñón
Algunas estrategias que podrían reducir el riesgo de cáncer de riñón son:
- Evitar el consumo de tabaco
- Mantener un peso adecuado
- Hacer ejercicio regularmente
- Llevar una dieta balanceada
Actualmente, no existen estudios recomendados para la detección temprana del cáncer de riñón en la población general.
En etapas iniciales del cáncer de riñón los síntomas pueden ser leves. Estos pueden incluir:
- Sangre en la orina
- Dolor abdominal o lumbar persistente
- Masa en el abdomen o la espalda baja
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Fiebre recurrente que no es causada por gripe o influenza
- Fatiga o debilidad constante
- Hinchazón de las piernas y los tobillos
Gracias a la precisión de los estudios de imagen, actualmente es posible diagnosticar el cáncer de riñón en etapas muy tempranas cuando aún no provoca síntomas. Para hacer el diagnóstico, pueden ser necesarias diversas evaluaciones:
- Exploración física
- Estudios de sangre y orina – Brindan un panorama general sobre la función de los riñones
- Estudios de imagen (ultrasonido renal, tomografía computarizada, resonancia magnética, radiografía, gammagrafía ósea y en algunos casos PET-CT) – Permiten visualizar anormalidades en los riñones y evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
- Biopsia – Procedimiento en el que se extrae una muestra del tejido del riñón para analizarla bajo el microscopio y determinar la presencia de células cancerosas y el subtipo de cáncer de riñón
El tratamiento del cáncer de riñón se determina tomando en consideración varios factores, incluyendo el tipo específico de cáncer de riñón, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
El plan de tratamiento puede incluir:
- Vigilancia activa – En pacientes en quienes el tratamiento puede ocasionar efectos secundarios importantes (especialmente personas mayores con tumores pequeños o en estado de salud delicado), existe la posibilidad de no recibir tratamiento inmediatamente y, en su lugar, monitorear el estado del cáncer mediante análisis de sangre y orina y estudios de imagen periódicos
- Cirugía (nefrectomía parcial o radical) – Permite retirar el tumor en el riñón de forma parcial o total
- Terapias ablativas (ablación por radiofrecuencia o crioablación) – Procedimientos mínimamente invasivos que usan frío o calor focalizado para destruir a las células cancerosas
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para impedir el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos con el fin de evitar que las células cancerosas se multipliquen y diseminen, o que destruyen a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de riñón
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y atacar a las células cancerosas en pacientes con carcinoma de células renales / carcinoma de células claras
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida usada en casos específicos
Los especialistas en cáncer genitourinario del Instituto de Oncología de TecSalud se dedican a brindarte las opciones de tratamiento más actualizadas e ideales para tu caso particular desde un enfoque multidisciplinario, personalizado e integral.
Cáncer de Vejiga
El cáncer de vejiga se desarrolla cuando las células de este órgano sufren errores en su ADN (mutaciones) y comienzan a multiplicarse y crecer de forma descontrolada, formando un tumor que puede tener la capacidad de invadir otras partes del cuerpo.
En la mayoría de los casos no se conoce la causa exacta de estas mutaciones en el ADN de las células, ya que suele estar implicada la combinación de múltiples factores, incluyendo ciertas características individuales, estilo de vida, genética, entre otros. De forma importante, el tabaquismo se asocia a aproximadamente el 50% de los casos de cáncer de vejiga.
Existen diferentes tipos de cáncer de vejiga. El más común se origina en las células que recubren el interior de este órgano (carcinoma urotelial o carcinoma de células transicionales), mientras que alrededor del 10% inicia en otras células de la vejiga (carcinoma de células escamosas, adenocarcinoma, carcinoma de células pequeñas y sarcoma).
Algunos factores asociados a una mayor probabilidad de desarrollar cáncer de vejiga son:
- Tabaquismo
- Sexo masculino
- Edad mayor a 55 años
- Historia familiar de cáncer de vejiga
- Ciertos síndromes hereditarios, como la enfermedad de Cowden o el síndrome de Lynch
- Exposición previa a ciclofosfamida (tipo de quimioterapia)
- Exposición a radioterapia en la pelvis
- Exposición laboral a ciertos químicos usados en la industria de goma, cuero, textiles, pinturas o imprenta
Las siguientes estrategias pueden reducir el riesgo de cáncer de vejiga:
- Evitar el consumo de tabaco
- Consumir suficiente agua al día
- Tomar medidas de protección contra carcinógenos en el lugar de trabajo
- Llevar una dieta saludable
Las personas con antecedente personal de cáncer de vejiga antes de los 45 años y que tienen historia familiar de cáncer de vejiga o cáncer de colon podrían beneficiarse de recibir asesoramiento genético. En estos casos, se puede considerar la realización de un estudio genético para identificar posibles mutaciones en genes que predisponen a cáncer de vejiga.
Actualmente no se recomienda realizar estudios para la detección temprana del cáncer de vejiga en la población general.
El cáncer de vejiga generalmente se puede diagnosticar de manera temprana porque provoca síntomas molestos que motivan la búsqueda de atención médica:
- Sangre en la orina
- Aumento en la frecuencia o urgencia para orinar
- Necesidad de levantarse para orinar varias veces durante la noche
- Dolor o ardor al orinar
- Dolor en el costado del abdomen o la espalda baja
- Dificultad para iniciar a orinar
- Disminución en la fuerza del flujo de orina
- Pérdida de peso no intencional o pérdida del apetito sin explicación
- Fatiga o debilidad constante
- Hinchazón de los tobillos
- Dolor de huesos
El diagnóstico es realizado usualmente por un especialista en urología y puede incluir las siguientes evaluaciones:
- Exploración física
- Cistoscopía con biopsia – Estudio que, mediante un tubo flexible y una cámara, permite ver el recubrimiento interior de la vejiga y obtener una muestra del tejido o tumor para analizar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico de cáncer de vejiga
- Citología urinaria – Permite identificar células cancerosas o precancerosas en la orina
- Estudios de imagen (tomografía computarizada, ultrasonido, resonancia magnética, pielograma, radiografía, PET-CT, gammagrafía ósea) – Permiten visualizar anormalidades en la vejiga o evaluar la extensión del cáncer a otros órganos
Las opciones de tratamiento para pacientes con cáncer de vejiga se definen tomando en cuenta diversos factores, como el tipo específico de cáncer de vejiga, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
Los tratamientos pueden incluir:
- Cirugía (resección transuretral de un tumor de vejiga o cistectomía) – Permite extraer el tumor
- Cirugía reconstructiva – Procedimiento en el que se recrea la forma de la vejiga y las estructuras necesarias para almacenar y expulsar la orina del cuerpo tras una cistectomía en la que se retiró toda la vejiga
- Terapia intravesical con BCG – Tratamiento que se administra directamente en la vejiga para promover la destrucción de las células cancerosas en esta zona
- Quimioterapia – Medicamentos que promueven la muerte de las células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Inmunoterapia – Medicamentos que activan el sistema inmune para localizar y atacar a las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de vejiga
- Anticuerpos conjugados – Medicamentos innovadores que combinan inmunoterapia con quimioterapia para promover la destrucción de las células cancerosas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de vejiga
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que destruye posibles células cancerosas en zonas cercanas a la vejiga
- Terapias blanco – Medicamentos que actúan de forma dirigida para destruir a las células cancerosas que presentan mutaciones específicas en pacientes con ciertos tipos de cáncer de vejiga
En el Instituto de Oncología de TecSalud, la prioridad de nuestros expertos en cáncer genitourinario es ofrecerte un plan de tratamiento óptimo, integral y personalizado según tus características, necesidades y prioridades individuales.
Cáncer de testículo
En México, el cáncer de testículo es el cáncer más común en hombres entre las edades de 15-39 años. Sin embargo, representa sólo el 3-4% del total de casos de cáncer en hombres.
Esta enfermedad se desarrolla cuando las células dentro del testículo presentan errores o mutaciones en su ADN y comienzan a multiplicarse sin control, formando un tumor que puede tener la capacidad de propagarse a otros órganos como ganglios o pulmones. Por lo general, se desconoce la causa exacta de estas mutaciones, ya que suelen influir múltiples factores, como ciertas condiciones personales, estilo de vida, genética, entre otros.
El cáncer de testículo se clasifica según las células en las que se origina. En más del 90% de los casos, los tumores inician en las células que producen los espermatozoides. Estos tipos de cáncer se conocen como cáncer de células germinales y se subclasifican en seminomas o no seminomas.
El cáncer de testículo se diagnostica principalmente en adolescentes y hombres jóvenes.
Los siguientes son factores que pueden aumentar el riesgo de este tipo de cáncer:
- Edad menor a 40 años
- Testículo no descendido, incluso después de corregirlo
- Historia personal de cáncer en el otro testículo
- Historia familiar de cáncer de testículo
- Ciertos síndromes hereditarios, como el síndrome de Klinefelter, el síndrome de Down o el síndrome de disgenesia testicular
- Infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
- Tratamiento previo con quimioterapia para cáncer de testículo
No existen medidas para reducir el riesgo de cáncer de testículo ya que la mayoría de los factores de riesgo asociados no son modificables, es decir, no se pueden controlar. En general, se recomienda corregir los casos de testículos no descendidos en niños de forma temprana, aunque no se conoce con precisión el impacto que esto puede tener en reducir el riesgo de cáncer.
Actualmente, no se cuenta con estudios para la detección temprana de este cáncer. Sin embargo, puede ser recomendable que a partir de la pubertad los hombres se realicen auto-exploraciones de los testículos y busquen atención médica a la brevedad en caso de palpar alguna anormalidad.
El cáncer de testículo puede provocar los siguientes signos y síntomas:
- Bulto firme o aumento en el tamaño de un testículo, usualmente no doloroso
- Sensación de pesadez en el escroto o la ingle
- Acumulación súbita de líquido en el escroto
- Dolor o incomodidad en un testículo, el escroto, la ingle o el abdomen bajo
- Crecimiento de las mamas
- Disminución del deseo sexual
- Crecimiento prematuro de vello facial y corporal en niños
En caso de presentar algún dato sospechoso puede ser necesario realizar una serie de estudios para hacer el diagnóstico de cáncer, incluyendo:
- Exploración física
- Ultrasonido – Permite detectar anormalidades en la forma o el tamaño de los testículos
- Prueba de alfa-fetoproteína en sangre – Análisis que mide la concentración de una proteína llamada alfa-fetoproteína, cuyos niveles pueden aumentar en personas con cáncer de testículo, aunque también pueden elevarse por cáncer de hígado o de ovario
- Prueba de gonadotropina coriónica humana en sangre – Estudio que mide la concentración de una proteína llamada gonadotropina coriónica humana, que puede estar elevada en personas con cáncer de testículo u otros tipos de cáncer
- Prueba de lactasa deshidrogenasa en sangre – Examen que mide la concentración de la proteína lactasa deshidrogenasa, la cual puede elevarse en personas con cáncer de testículo, aunque también pueden elevarse por otros tipos de cáncer u otras enfermedades
- Cirugía de testículo (orquiectomía radical) – Procedimiento quirúrgico en el que se remueve la totalidad del testículo afectado, para posteriormente analizar las células cancerosas bajo el microscopio y determinar el tipo específico de cáncer de testículo
- Estudios de extensión (radiografía de tórax, tomografía computarizada, PET-CT en casos de seminoma) – Ayudan a evaluar la extensión del cáncer a otras partes del cuerpo
El tratamiento adecuado del cáncer depende de varios factores, como el tipo específico de cáncer de testículo, la etapa al diagnóstico y las características de cada paciente.
El plan de tratamiento puede incluir:
- Cirugía de testículo (orquiectomía radical) – Permite retirar el tumor
- Cirugía de ganglios linfáticos – En algunos pacientes es necesario extraer los ganglios linfáticos del área abdominal cercanos al tumor
- Cirugía reconstructiva – Procedimiento en el que se recrea la forma de los testículos por medio de un implante
- Radioterapia – Tratamiento con radiación dirigida que destruye posibles células cancerosas en zonas cercanas a los testículos
- Quimioterapia – Medicamentos que promueven la muerte de las células cancerosas en la zona del tumor y otras partes del cuerpo
- Vigilancia activa – En algunas personas con cáncer localizado en etapas muy tempranas es posible realizar la cirugía de testículo y, en lugar de continuar con radioterapia y quimioterapia, optar por monitorear de cerca el estado del cáncer por varios años con análisis de sangre y estudios de imagen periódicos
Nuestros especialistas en cáncer genitourinario del Instituto de Oncología de TecSalud trabajan para proporcionarte las mejores opciones de tratamiento, desde una perspectiva multidisciplinaria, integral y centrada en tus características, necesidades y prioridades individuales.
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