Diagnóstico
Signos y síntomas
El principal signo de melanoma es la aparición de un lunar o mancha anormal o distinta al resto de los lunares en la piel o el cambio en el tamaño, la forma o el color de un lunar ya existente.
Los lunares con cualquiera de las siguientes características pueden ser un signo de melanoma:
- A: Asimetría en la forma del lunar
- B: Bordes irregulares, dentados, borrosos o poco definidos
- C: Color no uniforme, con sombras de diferentes tonos de café o negro, en ocasiones con manchas rosas, rojas, azules o blancas
- D: Diámetro mayor de 6 milímetros de ancho, aunque también puede haber melanomas más pequeños
- E: Evolución o cambio en el tamaño, la forma o el color del lunar
Otros signos que pueden asociarse a melanoma incluyen:
- Llaga o úlcera que no sana
- Enrojecimiento o inflamación del borde de un lunar y la piel alrededor
- Comezón, sensibilidad o dolor en un lunar
- Cambio en la superficie de un lunar, como descamación, secreción de líquido, sangrado o aparición de una protuberancia o bulto
Es fundamental acudir a una evaluación dermatológica si se presenta alguno de estos datos o en caso de cualquier cambio en la piel o aparición de un nuevo lunar distinto al resto de los lunares.
Estudios para el diagnóstico
El diagnóstico de melanoma suele realizarse a partir de los signos y síntomas. Algunas evaluaciones para complementar el diagnóstico pueden incluir:
- Exploración física
- Biopsia de piel – Permite tomar una muestra de la zona de la piel donde se sospecha melanoma para evaluar bajo el microscopio la presencia de células cancerosas y determinar si tienen ciertas mutaciones genéticas o marcadores que pueden guiar el tratamiento
- Estudios de imagen (radiografía de tórax, ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética, PET-CT) – Solicitados en algunos casos para evaluar la extensión del cáncer a otros órganos