El estudio consiste en secuenciar el ADN de 100,000 mexicanos
para que junto con la información de salud y estilo de vida que los acompaña se conviertan en una plataforma de datos que permita a los investigadores generar nuevos proyectos con la finalidad de descubrir los efectos de la variación genética en las enfermedades, no solo para los individuos que participan, sino para la población de México.